Para mí este 2025 ha sido todo un reto. No me esperaba para nada encontrarme en esta situación, de alguna manera me sorprendió. Ni siquiera tengo ánimos de analizar todo lo que ha pasado en mi vida en los últimos meses. Sin darme cuenta, mi problema se fue agravando con el tiempo, no le di importancia al principio, y ahora estoy en una situación verdaderamente inconcebible.
Pero aún no tengo fuerzas para comenzar a resolverlo. Mi motivación está por los suelos, todavía no siento el deseo ni los ánimos de juntar mis pedazos y empezar a recomponerme… Me dice la terapeuta que es un proceso lento, que no es magia, que toma su tiempo… Que yo debo poner de mi parte. Pero lo cierto es que no tengo ganas. No tengo fuerzas. No sé cómo hacerlo.
No he dejado de escuchar a Shakira desde que fuimos al concierto. Porque sé que su música siempre me hace sentir bien, de hecho no se me ocurre alguien más de quien pudiera decir lo mismo… Y me preocupa que ni eso funcione. Escucho las canciones y me gustan, pero terminan y yo no me siento mejor. No me genera satisfacción, al contrario, me pesa que no puedan durar para siempre las canciones, en un loop interminable. Eso me preocupa.
He tratado de jugar videojuegos, de no estar encerrado, ayer también fuimos a caminar al malecón pero al poco rato ya me quería ir a mi casa, y la verdad no me sentí diferente después del paseo, me está preocupando esta situación, pero ya veremos cómo va sucediendo la semana. Trato, imagino, pienso en hacer cosas que me hagan sentir bien, trato de no pensar en lo mal que me puede ir si no resuelvo toda situación rápido, no me queda mucho tiempo, el mundo no espera, no para.
Me preocupa no poder salir de esto con mis propios medios. Pero bueno, a ver qué sucede. Aquí sigo, persistiendo a los horrores del cosmos, que persisten… Solo persisten.
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