Una aventura más

A veces no hay de otra, tienes que aferrarte a la idea de que todo esto que te está pasando, todo lo que te rodea, todo lo que sucede alrededor de ti, y te envuelve y te empuja, y te jala y te tumba, a veces te daña, a veces te sana, y así vas por la vida, pero en una de esas, tienes que convencerte de que todo esto que sucede, es una aventura más por el universo.

Una más de las tantas miles de millones que suceden simultáneamente en universos infinitos, si nos ponemos un poco más cuánticos. No queda de otra más que detenernos, respirar, relajarnos, soltar los hombros. Compartir lo que somos, eso es lo más importante, actuar de corazón, ser honesto, sincero, creer en lo que dices, tratar de ser consecuente, procurar siempre la lealtad ante todo, nada más. Simplemente, ir derecho por la vida, sin molestar a nadie. Al menos, eso para mí es lo que se debe hacer. No sé los demás qué opinen.

A veces nos preocupamos demasiado, sin recordar que hemos estado peor, de peores condiciones hemos salido. Debemos ser valientes y enfrentar el futuro con la frente en alto, aunque terminemos en el suelo, comiendo lodo, humillados, sin dignidad, aunque nuestros nombres sean olvidados, o incluso calumniados, no importa: habremos dejado un rastro de nosotros detrás, para que otros lo sigan, si les sirve, que tomen lo que gusten, y sigan sus caminos, en otras direcciones, o en las mismas, pero más fácil.

No solo debemos mirar hacia delante, sino también hacia atrás. Aprender de los errores de nuestros abuelos, de sus experiencias, escucharlos, respetarlos, honrarlos, valorarlos. Voltear al pasado y aprender de él, sin descuidar el futuro, ese es el verdadero reto al que nos enfrentamos, mientras andamos por este mundo, cada quien en su aventura personal.

Este blog, como siempre, como cada vez, pretende ser una aventura de esas, donde se comparte la experiencia, en busca de otras opiniones, otras perspectivas, eso es lo bonito de las plataformas digitales, con algo de suerte, si el Santísimo Algoritmo lo permite, se puede establecer un diálogo, si hay voluntad suficiente, no necesitamos vincularnos con contenidos superficiales y tramposos, sin duda. Pero lo cierto es que a estas alturas, representan un lenguaje común para muchas personas todavía. Lo más importante es que debemos aprender a comunicarnos entre nosotros. Y para comunicarnos no hay otro camino más que conocernos.

Solo podemos comunicarnos con lo que conocemos. Es imposible hacerle ver tu visión del mundo a una piedra, o a un gatito (por más adorable que sea). Si queremos realmente cambiar el mundo (honestamente no sé cómo terminé escribiendo sobre esto), en algún punto, no hablo de mañana, ni de para nuestros hijos, ni nada de esas cursilerías: es una apuesta, un salto de fe. Nada más. Nada nos garantiza, que nuestras acciones presentes no se pierdan en las sombras del olvido colectivo. Por eso, ante la idea de cambiar al mundo se actúa por convicción, no para exigir resultados, ni para decepcionarse, ni para reclamar, o adoctrinar, o sentirse superior a otros, o alimentar odios o prejuicios.

Pero, como decía, si queremos realmente cambiar el mundo, debemos aprender a comunicarnos con lo diferente. Con esas personas que no piensan como yo. Que no creen en lo que yo creo. Que no comparten conmigo casi nada. Ahí está la clave de construir mejores comunidades: promover la diversidad de pensamientos a la vez que la tolerancia, la apertura y el respeto por las ideas ajenas, entendiendo que en el fondo, todas nuestras ideas son ficciones, cada quien posee una parte de la realidad: cuando las juntamos, se crea la verdad verdadera, esa que tanto nos fascina, pero nosotros, a nuestra escala, no podemos conocerla, por eso creemos en un Dios, un ser superior, un ente, o un horóscopo, que supervisa estos caminos y los corrige en caso de ser necesario.

Estamos en esta aventura juntos, por el momento. ¿Por qué no tratar de llevarnos bien? ¿Por qué no intentar aprender lo más que podamos, todo el tiempo, con todas nuestras experiencias? Pues este soy yo, haciendo el intento.

¡Te mando un abrazo!

Comments

Deja un comentario